Jeison Martínez venció el cáncer de leucemia.

Todo empezó en el 2012 cuando Jeison Martínez, un joven de 18 años estaba por graduarse de la escuela. Llevaba una vida normal, como cualquier joven de su edad, hasta que su vida se vería golpeada por una enfermedad que poco a poco lo iba a deteriorar por completo.

Jeison era un muchacho que les dedicaba mucho tiempo a sus amigos, a su vida social; le encantaba salir a bailar y tomar bebidas alcohólicas,  aquellas personas que lo conocen lo definen como un hombre humilde, sencillo, colaborador y con una sonrisa plasmada en su rostro. Llevaba una vida aparentemente sana, pero en noviembre de ese año, su salud empezó a decaer. Su estado y aspecto físico empezó a cambiar, las primeras señales se hicieron notorias cuando su piel comenzó a palidecer, luego sus ojos se tornaron amarillos al igual que su dentadura y empezó a sentirse agotado con mucha frecuencia.

Claudia Rueda la madre de Jeison,  preocupada decidió sacarle una cita médica para determinar la causa que deteriorada la salud de su hijo. El doctor lo reviso y tras varias preguntas no descartó la posibilidad de una anemia o en el peor de los casos, una leucemia. Para tener un dictamen más concreto que estableciera cuál era su enfermedad, decidieron remitirlo a una clínica ubicada en la ciudad de Bucaramanga con el hematólogo.

Se le realizó una biopsia de médula ósea que diagnosticó que Jeison tenía leucemia: cáncer en la sangre. Fue una noticia que generó un gran impacto en la vida de él, la de su familia y amigos, pero a pesar de esa situación la supo afrontar de la mejor manera, siempre llevó una sonrisa en su rostro, a pesar de que muchas personas que lo rodeaban creían que él moriría.

El tratamiento que se le debía realizar a Jeison era bastante costoso y la situación económica en su casa no era favorable. Todos los vecinos y personas allegadas a él decidieron colaborar, realizaron actividades para recaudar fondos y poder pagar las quimioterapias a las que estaría sometido.

“Esas personas son los ángeles que Dios puso en mi camino para mostrarme que no me iba a dejar solo en esta prueba tan grande”- Exclamó, Jeison Martínez.

La quimioterapia fue el tratamiento principal con el que se le trató la enfermedad, que consistía en suministrarle un líquido cefalorraquídeo, que entra en el torrente sanguíneo y llega a todas las áreas del cuerpo, lo que hace que sea útil para cánceres como la leucemia, ya que se dispersa por todo el organismo. Afortunadamente fue detectada a tiempo, lo que permitió tratarla y así obtener resultados positivos.

Este tratamiento duro aproximadamente tres años, en ese tiempo su aspecto físico cambió: perdió el cabello en su totalidad, su contextura ahora era delgada y su estado era un poco débil, pero aun así nunca se borró la sonrisa de su rostro, nunca perdió la fe.

Con el paso del tiempo, los doctores se dieron cuenta que el cuerpo estaba respondiendo bien al tratamiento y por sus resultados favorables, el tiempo que pasaba internado fue disminuyendo y sus controles dejaron de ser tan frecuentes, así sucedió hasta que Jeison logró vencer esa terrible enfermedad.

Hoy en día, él sigue siendo una persona alegre, divertida y risueña, lleva una vida normal como cualquier joven. Estudió en el SENA y se graduó como Técnico en Instrumentación Industrial, actualmente trabaja en la refinería de Ecopetrol. Las personas que lo conocen y saben lo que fue vencer la enfermedad lo referencian como un ejemplo de vida, porque a pesar de a veces tenerlo todo nos quejamos por cosas insignificantes que tienen solución.

Escrito por: Juliana Andrea Franco Guerrón.

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